Para que las palabras se comprendan y
pueda seguirse una conversación, es necesario hacerlas audibles: emitir con un
volumen y una potencia adecuada.
Un volumen de voz demasiado bajo o suave
sugiere timidez, poca capacidad de decisión, inseguridad.
En cambio, un tono de
voz moderadamente alto, audible en todo momento, revela seguridad, dominio de
lo que se está expresando.
El volumen de la voz depende de varios factores. Más en el siguiente enlace
Ejercicios para trabajar la voz
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