Aprender a ser entrevistados.
Luis Puchol, Profesor de la Universidad de Comillas.
La entrevista de trabajo suele ser el último peldaño que un candidato debe superar para conseguir un puesto de trabajo. Saber las reglas de juego puede darle el empujón final:
1. Compórtese con educación y naturalidad, sin querer aparentar lo que cree que debería ser. Logrará una excelente imagen de fiabilidad, estableciendo buenos vínculos humanos.
2. Sea claro y conciso en las explicaciones. Hará las entrevistas más ágiles y demostrará su capacidad de síntesis.
3. Utilice terminología comprensible al hablar de los cargos ocupados. Quien le entreviste evitará centrarse en entender lo que se esconde detrás de los nombre, a veces, confusos, de sus puestos de trabajo.
4. Explique con claridad y concisión las características de las empresa en las que ha trabajado (producto, actividad, tipo de clientes, propiedad, cultura empresarial..). Evitará confusiones y ahorrará preguntas.
5. Exponga con detalle su situción jerárquica en el organigrama -superiores, equipo bajo su responsabilidad, etc.-. Ayudará mucho a que se entiendan sus responsabilidades reales.
6. Dé a conocer con claridad las aportaciones personales que ha realizado en cada trabajo, sin querer atribuirse méritos que no le correspondan. Facilitará mucho el que se comprenda las experiencias que ha vivido.
7. Sea transparente al explicar las virtudes y defectos que cree poseer. Si logra engañar a la empresa que le contrate, puede tener problemas graves ocupando un puesto inadecuado a su perfil personal.
8. Explique con claridad las motivaciones/causas de cada cambio laboral y sus aspiraciones profesionales. Las personas que le entrevistan probablemente son profesionales que le atenderán.
9. Facilite referencias laborales que puedan dar sus superiores, compañeros o gente de su equipo. Creará un clima de confianza y hará más transparente el proceso de selección.
10. Pregunte con diplomacia sobre la empresa, el cargo que le ofrecen y el tipo de persona que buscan. Tiene tanto o más derecho que la empresa a recoger una información que le ayudará a tomar una decisión muy importante en su vida.
Realizate un chequeo antes de pasar una entrevista.
'Check-list' para antes de la entrevista de trabajo Durante la entrevista el candidato debería fijarse un doble objetivo: primero, demostrar que él (o ella) es la persona ideal para cubrir el puesto que se ofrece; y segundo: comprobar si esta empresa en concreto llena sus aspiraciones profesionales.
Antes de acudir a esa entrevista que tanto ha luchado por conseguir con la empresa que, cree, puede ofrecerle el puesto de trabajo que anhela, hará bien en comprobar si ha preparado los siguientes puntos:
— ¿Se ha enterado de qué conocimientos (cosas que hay que saber), habilidades (cosas que hay que saber hacer) y rasgos de personalidad (cosas que hay que ser) se requieren para desempeñar el puesto concreto al que opta?
El entrevistador va a tratar de comprobar si el candidato o candidata, es decir usted, reúne o no esas cualidades. Si ni siquiera sabe cuáles son, es difícil que pueda demostrar que realmente las posee.
Esto lo puede averiguar por diversos procedimientos, por ejemplo, preguntando a personas que trabajen en esa misma empresa o en otras del mismo ramo.
— ¿Ha evaluado sus puntos fuertes y sus puntos débiles para el puesto al que opta?
Si no lo ha hecho, o lo ha realizado superficialmente, lo más probable es que su currículo y su carta de remisión se limiten a reflejar los estudios realizados y sus datos personales, pero que no vendan. Si, a pesar de ello, es convocado a una entrevista no estará en condiciones en el curso de la misma de resaltar los primeros y tratar de disimular los segundos.
Necesita, por consiguiente, hacer un análisis de sus fortalezas y de sus debilidades, labor en la que le puede ayudar alguien que le conozca bien: sus padres, un profesor accesible, algún amigo, su pareja...
— ¿Ha elaborado su argumentario?
Es decir, ¿ha preparado respuestas convincentes para defender los puntos menos favorecedores de su currículo? Por ejemplo, calificaciones no demasiado buenas en sus estudios, empezar una carrera y abandonarla en el primer año, trabajos en los que apenas permaneció unos meses, nivel de idiomas o de informática no muy elevado...
Un truco que da buen resultado es la simulación de entrevista, es decir, que una persona que le conozca bien le haga preguntas comprometidas para buscar respuestas convincentes a estas preguntas. Aunque, en la entrevista real no le formulen exactamente estas preguntas, el ejercicio de esgrima verbal le será de mucha utilidad.
— ¿Ha leído la literatura de la empresa, o al menos se ha informado acerca de sus productos, su mercado, su competencia, sus políticas...?
Una pregunta que nunca falla en las entrevistas es "¿Qué sabe acerca de nuestra compañía?". Hace algunos años juzgaban a un polígamo que en poco tiempo se había casado con más de diez mujeres a las que enamoraba, sacaba los ahorros y posteriormente abandonaba. Cuando le preguntaron cuál era su secreto para enamorar a tantas mujeres, cuando él no era precisamente ni demasiado joven ni demasiado guapo, contestó: "Sencillamente, les hablo de ellas mismas y me escuchan con la boca abierta".
Del mismo modo, el candidato que demuestra conocer la empresa y se interesa por saber más acerca de ella, suscita un sentimiento de agrado por parte de quien le entrevista.
— ¿Por qué razón quiere trabajar en esta empresa?
Esta es otra pregunta obligada, y para responderla convenientemente debe poder comparar a esta empresa en concreto con otras que operan en el mismo sector. Y aquí no vale dar una respuesta genérica del tipo: "Me gustaría trabajar en esta empresa por su reputación". Debe estar en condiciones de especificar los aspectos concretos que le atraen de esa empresa.
En caso contrario, el entrevistador pensará que es como la mayoría, que dicen que buscan un empleo, pero que en realidad lo que buscan es solamente un sueldo, y lo más probable es que desestime su candidatura.
— ¿Se ha preparado para plantear al entrevistador preguntas acerca del puesto que pretende conseguir?
Si no lo ha hecho ¿qué piensa contestar cuando le inviten a formular preguntas acerca de la empresa? Algunos candidatos llegados a este trance guardan un angustiado silencio o bien balbucean la primera inconveniencia que se les ocurre.
Por ejemplo, como me dijo un candidato hace algún tiempo cuando le dije si tenía alguna pregunta que hacerme acerca del puesto que pretendía lograr: "Si yo fuera admitido en la empresa ahora en abril, ¿tendría derecho a tomar vacaciones completas en el mes de agosto o no?".
— ¿Ha pensado cuánto desea / necesita ganar en este trabajo?
En caso de que no lo haya hecho, ¿qué piensa contestar cuando, al hacerle una oferta en firme, se trate de este espinoso tema?
Si algunas de las preguntas precedentes le han dejado descolocado es señal evidente de que necesita dedicar algún tiempo, incluso bastante tiempo, a conocer mejor el
producto (usted mismo) y al cliente (la empresa) en esta peculiar venta de si mismo que es la búsqueda de empleo.
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