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9 oct 2009

¿Aprendemos lo que necesitamos?


"Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, enseñame a hacer algo y lo aprenderé para siempre."
Benjamin Franklin.

"Siempre que te pregunten si puedes hacer un trabajo, contesta que si y ponte enseguida a aprender como se hace." Franklin Delano Roosevelt.


Puzzle aprender haciendo


¿Aprendemos lo que necesitamos? ¿Enseñamos a los alumnos lo que necesitan?

Siempre he defendido la necesidad de aprender haciendo, cuando aprendimos a montar en bicicleta, nuestros padres no nos dieron un manual, sino que nos subieron a una bicicleta y fuimos practicando, al principio, de una manera más controlada, hasta conseguir pedalear nosotros solos.

Del mismo modo a nadie le gustaría montar en un autobús con un conductor que no ha tocado en volante en su vida, o un médico que jamás ha tratado con un paciente, esto que parece obvio lo solemos olvidar cuando diseñamos una programación didáctica, o impartimos nuestra clase, consideramos que la teoría es muy importante, tanto que al final le dedicamos la mayoría del tiempo.

No digo que la teoría no sea importante y hay disciplinas que tienen una necesaria carga teórica, pero creo que cuando no somos capaces de recordar algo, o de ponerlo en práctica eso significa simplemente que no lo hemos aprendido, pienso en el caso de la enseñanza de idiomas, no deja de ser gracioso cuando escuchamos esa frase hecha "no hablo inglés pero lo entiendo muy bien", cuando alguien te pregunta en otro idioma, sino puedes contestar, de nada te va a servir comprender la pregunta. Dicho de otro modo, un cocinero que sabe como se hace una tortilla, pero nunca ha hecho una, ¿sabre hacerla?

La respuesta parece obvia pero si la trasladamos al campo de la educación, seguimos explicando la receta, pero en pocas ocasiones, damos la oportunidad de cocinar la tortilla.

Para reflexionar sobre este interesante tema, os propongo una fábula de Roger Schank, un autor del que ya hemos hablado en otras ocasiones: - Aprender haciendo. - Vivencia didácatica en el aula. - Entrevista a Roger Schank. - Crisis educativa. - Factores que favorecen el aprendizaje.

Una interesante reflexión sobre el currículum, lo que aprendemos y para que lo aprendemos. ¡¡Espero vuestros comentarios!! ;-)


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La fábula de los cazadores de dragones. "Every Curriculum Tells a Story”, Roger C. Schank.

Érase una vez un reino invadido por dragones. Sus habitantes estaban aterrorizados y para poner remedio a esta desesperante situación, decidieron diseñar un nuevo currículum académico y preparar a sus mejores jóvenes para combatirlos. La mejor Universidad del país fue la encargada de entrenar a los jóvenes guerreros en el arte de matar dragones.

La Universidad seleccionada contaba con un claustro de profesores con amplios conocimientos sobre multitud de aspectos que serían muy útiles para los futuros cazadores de dragones. Así que el claustro se reunió y formó un comité responsable del diseño del curriculum de un Master en Caza de Dragones(MCD).

Este comité estaba compuesto por los profesores mas sabios de la Universidad y por tanto incluía profesores del área de Ciencias y del área de Letras. Había también representación del mundo de las Leyes y el Derecho, de Economía y Administración de Empresas y de Medicina. Por supuesto, no podía faltar la facultad de Ingeniería y la de Humanidades.

De un grupo tan erudito, formado por los mejores y mas brillantes, solo podía esperarse lo mejor a la hora de instruir a aquellos que quisieran aprender a matar dragones. En la reunión de planificación del currículum, todos estuvieron de acuerdo en que cada una de las facultades y cada profesor tenía algo importante que aportar.

Los profesores de la facultad de Economía y Administración de Empresas manifestaron su preocupación respecto de la necesidad que futuros cazadores de dragones comprendieran como financiar una expedición de caza de dragones, además supiesen lo importante de escribir un buen plan de negocios para comercializar a posteriori la historia y lecciones derivadas de tan exitosa misión.

Incluso se planteó el porcentaje que le debiera corresponder a la Universidad de los derechos exclusivos para llevar las experiencias adquiridas a un libro y al cine. La Facultad de Ingeniería quería estar segura que los estudiantes-guerreros supieran: interpretar mapas, construir puentes (cuando fuera necesario) y disparar proyectiles.

La Facultad de Humanidades, por su parte, era consciente de que resulta viable razonar con los dragones, y propuso un curso para aprender a hablar Dragonés y Cómo Negociar con Dragones. La Facultad de Derecho se ocupaba de todo lo relacionado con los derechos de los dragones y las potenciales demandas y querellas, por lo que sugirió un curso de Introducción al Derecho para lo nóveles guerreros.

La Facultad de Artes quería asegurarse que el gran público fuese capaz de conocer cómo eran los dragones en realidad, por lo que propuso sendos cursos de fotografía y dibujo. La Facultad de Ciencias deseaba aprender sobre los hábitos y la historia evolutiva de los dragones, por lo que propuso un curso básico de biología y evolución para los estudiantes del Master.

La Facultad de Medicina estaba preocupada por que los estudiantes no supieran, llegado el momento decisivo, cómo matar un dragón, lo que era perfectamente posible si no eran capaces de entender la constitución física de los dragones, por lo que un curso de anatomía era imprescindible. Como ya hemos mencionado, esta Universidad era la más prestigiosa en la Tierra.

Consecuentemente, sus académicos estaban muy ocupados trabajando en Proyectos de Investigación financiados con fondos públicos y gubernamentales y además viajando por el mundo dictando conferencias o trabajando como consultores y asesores de empresas y ONGs. En realidad, enseñar no era una tarea que les gustase demasiado y odiaban tener que desarrollar nuevos cursos ya que significaba mucho tiempo y esfuerzo. Estaban dispuestos a crear algunos cursos nuevos, pero la verdad, los cursos de postgrado para Master nunca fueron una prioridad.

Por tanto, decidieron escoger cursos del currículum existente que pudieran ser útiles para los futuros cazadores de dragones. De ésta forma los estudiantes obtendrían una educación general amplia y global que les sirviese adecuadamente.

Cuando terminaron, este fue el Currículum que diseñaron:


Primer Semestre:

- Introducción al Dragonés.

- Conceptos Legales Básicos.

- Introducción a la Fotografía.

- Introducción a la Anatomía Fuerza y Materiales.

Segundo Semestre:

- Introducción al Dragonés II.

- Libertades Civiles y Derechos Animales.

- Introducción al Dibujo Anatomía de los Dragones.

- Física de los proyectiles.

Todos estuvieron de acuerdo que sin duda habían creado un magnífico currículum, pero resultaba difícil cubrir todo lo necesario en un Master de un año, por lo que decidieron ampliar el Master en Caza de Dragones a un programa de dos años. Este fue el currículum que acordaron para el segundo año:


Tercer Semestre:

- Negociación Básica.

- Historia Militar.

- Introducción a la Ética.

- Biología Evolutiva.

- Introducción a la Cartografía.


Cuarto Semestre:

- Introducción a la Ciencia Política.

- Marketing Básico.

- Finanzas Básicas.

- Introducción a la Informática.

- Logística.


Todo el claustro de profesores, los académicos miembros del comité y los asesores consultados acordaron que el MCD contaba con un excelente currículo, completo y bien equilibrado y cubría todo lo que un estudiante necesitaría saber. Se reclutó un grupo de veinte estudiantes para el MCD quienes se graduaron al cabo de dos años, la mayor parte de ellos con muy buenas calificaciones.

Los jóvenes entusiastas, al día siguiente de la ceremonia de graduación se lanzaron a la aventura de combatir a los dragones. Tres de ellos fueron incapaces de recaudar fondos para financiar su expedición y tuvieron que dedicarse a otras actividades. Otros cinco de los restantes formaron un equipo de cazadores de dragones, pero tuvieron muchos problemas de convivencia y les resultó muy difícil trabajar juntos. Uno de los integrantes del equipo mató a un compañero y los tres restantes le mataron a él. Luego, huyeron y nunca mas volvió a saberse de ellos (hoy se encuentran prófugos y buscados por la INTERPOL.)

Los restantes doce tuvieron más éxito. Formaron tres equipos de cuatro, bien financiados y donde las relaciones eran buenas y reinaba el espíritu de trabajo en equipo. Desafortunadamente, el primero de estos equipos nunca pudo encontrar un dragón al que matar, pese a que dedicaron mucho tiempo a su búsqueda.

Finalmente, crearon una compañía que se dedicó a entrenar y formar cazadores de Dragones. El segundo equipo efectivamente encontró un dragón. Desgraciadamente, eso ocurrió por que el Dragón les encontró a ellos primero. Trataron de razonar con la bestia, pero sólo uno de ellos pudo recordar suficiente Dragonés como para hacerse a entender (ya que había pasado más de un año desde el curso de Introducción al Dragonés). Sin embargo, el graduado que hablaba Dragonés fluido, era el único que no superó el curso de Negociación.

Logró enfadar al Dragón al exigirle insistentemente y de malas maneras que no echase fuego mientras negociaban. El Dragón se comió a los cuatro miembros del equipo. El tercer equipo también encontró al Dragón y lo combatió.

Desgraciadamente, nunca antes habían tratado de luchar con un Dragón y la bestia resultó ser mucho más rápida y con una llama mucho más caliente de lo ninguno de ellos hubiese imaginado. El Dragón persiguió a uno de los miembros del equipo, lo capturó y lo lanzó por un precipicio, luego procedió a fundir primero las armas y luego el cuerpo del segundo miembro del equipo.

Los otros integrantes no tenían idea de cómo entablar un combate siendo sólo dos (sus tácticas siempre consideraban un equipo de cuatro), por lo que negociaron su rendición: Actualmente manejan las relaciones públicas del Dragón.

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